Los Gases de Efecto Invernadero (GEI) están situados en la troposfera, una zona relativamente baja de la atmósfera. Estos gases son ‘transparentes’ a la radiación proveniente del Sol, que alcanza la superficie de la Tierra calentándola.

Como cualquier cuerpo caliente, el globo terráqueo emite radiación infrarroja(calor), y parte de este calor es atrapado por los gases de efecto invernadero, evitando que escape hacia el espacio. A este fenómeno que permite regular la temperatura de la Tierra se le denomina efecto invernadero. Es algo natural e imprescindible para mantener la vida en este planeta tal y como la conocemos. De hecho, se estima que su temperatura media es de unos 15ºC y, en caso de no contar con esta protección en la atmósfera, estaría en torno a los -18ºC.

Sin embargo, diferentes actividades humanas emiten enormes cantidades de GEI a la atmósfera, por lo que su concentración se está incrementando. Esto supone un aumento en la capacidad que tiene de retener calor, y por lo tanto va subiendo la temperatura media del planeta, lo que está aumentando el calentamiento global.

¿Cuáles son los Gases de Efecto Invernadero?

El Protocolo de Kioto y el Acuerdo de París, cuyo objetivo es coordinar la respuesta global al cambio climático, recogen los siguiente siete gases de efecto invernadero:

  • Dióxido de carbono (CO2): El CO2 es producido de forma natural por los animales durante la respiración y a través de la descomposición de la biomasa. Durante la fotosíntesis, el proceso que convierte la luz solar en energía, las plantas lo eliminan de la atmósfera. Por tanto, los bosques desempeñan un papel importante en la captura de carbono. El CO2 se genera en la quema de combustibles fósiles (petróleo, carbón o gas natural), al destruir los bosques y en los incendios forestales.
  • Metano (CH4): El metano es un gas incoloro que constituye el principal componente del gas natural. El CH4 se produce durante la descomposición anaeróbica (en ausencia de oxígeno) de la materia. Sus emisiones proceden de la producción y el transporte de carbón, gas natural y petróleo, así como de la ganadería y otras prácticas agrícolas, el uso del suelo y la descomposición de residuos orgánicos en vertederos municipales.
  • Óxido nitroso(N2O): Este gas se produce como resultado de la acción microbiana en el suelo, el uso de fertilizantes que contienen nitrógeno, la quema de madera y en la producción química. Se emite en actividades agrícolas e industriales, así como en el uso del suelo; la combustión de combustibles fósiles y residuos sólidos; y el tratamiento de aguas residuales.
  • Hidrofluorocarburos (HFC): Los hidrofluorocarbonos representan alrededor del 90% de las emisiones de gases fluorados y la UE trabaja para eliminarlos progresivamente antes de 2050. Se utilizan sobre todo para absorber calor en frigoríficos, congeladores, aparatos de aire acondicionado y bombas de calor, así como en sprays para el asma y aerosoles técnicos, agentes espumantes y en extintores.
  • Perfluorocarburos (PFC): Los perfluorocarburos son compuestos artificiales utilizados habitualmente en los procesos de fabricación industrial.
  • Hexafluoruro de azufre (SF6): El hexafluoruro de azufre se suele utilizar en el aislamiento de líneas eléctricas.
  • Trifluoruro de nitrógeno (NF3): El trifluoruro de nitrógeno se utiliza como «gas de limpieza de cámaras» en los procesos de producción para limpiar las acumulaciones no deseadas en las piezas de microprocesadores y circuitos a medida que se construyen.

El vapor de agua (H2O) es un potente gas de efecto invernadero, pero su origen natural lo hace más difícil de controlar. No está regulado por ningún protocolo.

Efectos de los gases de efecto invernadero

Tienen efectos de gran alcance sobre el medio ambiente y la salud, contribuyendo a las enfermedades respiratorias causadas por el smog y la contaminación atmosférica. El aumento de fenómenos extremos y de las temperaturas medias globales, la frecuencia de incendios forestales, aumento del deshielo en los polos, la acidificación de los océanos, los cambios en las migraciones y la pérdida de ecosistemas están relacionados con el aumento de estos gases. Estos impactos graves en los ecosistemas y el medio originan a su vez problemas económicos en los sistemas humanos, aumentando debido a los costes de reparación y adaptación que deben realizarse para enfrentar los impactos ambientales.

Imagen.  La Tierra desde el espacio. Fuente: Pixabay

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