
Energía eléctrica
La energía eléctrica
Entre los distintos tipos de energía se encuentra la eléctrica, que es aquella que se genera de la diferencia de potencial eléctrico entre dos puntos determinados, que se ponen en contacto a través de un transmisor. Este contacto genera una corriente basada en la transmisión de cargas negativas (llamadas, más comúnmente, electrones) hasta su punto de consumo.
La naturaleza está repleta de electricidad y es parte fundamental de muchos procesos biológicos de gran importancia en los ecosistemas. Se puede observar en una tormenta eléctrica, en la que la diferencia de potencial eléctrico entre el suelo y el aire provoca una serie de descargas compensatorias, que reciben el nombre de relámpagos; o en el cuerpo humano, donde tanto las neuronas como los impulsos nerviosos de la médula espinal actúan mediante impulsos eléctricos.
Sin embargo, no es posible recoger ni almacenar directamente de la naturaleza la energía eléctrica, por lo que la electricidad se conoce como una energía secundaria, producida por otras fuentes.
La electricidad es fundamental en nuestra vida cotidiana y está presente en todo: para utilizar electrodomésticos, para calentarnos, para ver de noche, en procesos industriales, etc.