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Gases de efecto invernadero y calentamiento global

Los Gases de Efecto Invernadero (GEI) se encuentran situados en una zona relativamente baja de la atmósfera. Estos gases son ‘transparentes’ a la radiación proveniente del Sol, que alcanza la superficie de la Tierra calentándola. Como cualquier cuerpo caliente, el globo terráqueo emite radiación infrarroja (calor), y parte de este calor es atrapado por los Gases de Efecto Invernadero (GEI), evitando que escape hacia el espacio. A este fenómeno que permite regular la temperatura de la Tierra se le denomina efecto invernadero. Es algo natural e imprescindible para mantener la vida en este planeta tal y como la conocemos. De hecho, se estima que su temperatura media es de unos 15oC y, en caso de no contar con atmósfera, estaría en torno a los -18oC.

Sin embargo, diferentes actividades humanas emiten enormes cantidades de GEI a la atmósfera, por lo que su concentración se está incrementando. Esto supone un aumento en la capacidad que tiene de retener calor, y por lo tanto va subiendo la temperatura media del planeta, lo que está originando el cambio climático.

¿Cuáles son los GEI?

Los Gases de Efecto Invernadero (GEI) más importantes están regulados por la Convención Marco Sobre Cambio Climático y son los siguientes:

  1. Dióxido de carbono (CO2).
  2. Metano (CH4).
  3. Óxido nitroso (N2O).
  4. Los gases fluorados (HFCs, PFC, SF6).

El vapor de agua es un potente gas de efecto invernadero pero su origen natural lo hace más difícil de controlar. No está regulado por ningún protocolo.

El CO2 se genera en la quema de combustibles fósiles (petróleo, carbón o gas natural), al destruir  los bosques y en los incendios forestales. El CH4se produce durante la descomposición anaeróbica (en ausencia de oxígeno) de la materia.
El N2O esta relacionado con el consumo de los fertilizantes agrícolas nitrogenados. y los gases fluorados: PFC, HFC, SF se encuentran en los equipos que conducen la electricidad y en los refrigerantes

La contribución de cada GEI al calentamiento global se  determina combinando la cantidad de  emisiones antrópicas de dicho gas, su permanencia en la atmósfera y su potencial de calentamiento , es decir su capacidad de retener calor.

En cuanto al número de emisiones el más significativo es el dióxido de carbono y en cuanto a la permanencia y capacidad de retención del calor los gases fluorados. El potencial de calentamiento del óxido nitroso es 310 veces mayor que el del CO2.

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