Una residencia de estudiantes de Sevilla se ha convertido en uno de los primeros edificios de Andalucía donde, gracias a sus fachadas ventiladas fotovoltaicas y a una instalación solar ubicada en su cubierta, se genera energía para que los vehículos eléctricos puedan recargar sus baterías durante todas las horas de sol, se abastece la demanda eléctrica del inmueble y, además, lo aíslan del frío y del calor.

Los fondos FEDER han cofinanciado este innovador proyecto de aprovechamiento de energías renovables para mejorar la movilidad eléctrica, al tiempo que se ahorra en la factura de la luz, incentivado con 517.811 euros por la Agencia Andaluza de la Energía, entidad adscrita a la Consejería de Industria, Energía y Minas, y en el que la empresa Anda Gesión Global, propietaria del edificio, ha invertido 812.415 euros.

Así, 690 paneles fotovoltaicos envuelven todas las paredes exteriores del edificio, situado en el Parque Científico y Tecnológico Cartuja de Sevilla, así como en la cubierta para producir anualmente 110.000 kWh de energía limpia. Con la energía verde que se produce se abastece, en primer lugar, a los vehículos eléctricos que estén utilizando los 4 puntos de recarga semirápida de acceso público de 22 kW cada uno.

La energía excedentaria se utiliza para satisfacer parte de la demanda eléctrica de la residencia, que no sólo ha visto reducido su consumo energético y su factura eléctrica en un 40%, sino que, además, está evitando la emisión de 293 toneladas de CO₂ al año.

“Cualquier usuario puede acceder a los puntos de recarga, que tardan entre 2 horas y 2 horas y media en cargar un vehículo, con un coste muy competitivo de 8 o 10 euros. Como empresa, llevar a cabo este proyecto ha sido una experiencia única porque vemos que el edificio reduce considerablemente las emisiones de CO₂ y para nosotros es una satisfacción”, comenta José Manuel Muñoz, representante de la empresa andaluza Anda Gesión Global.

Uno de los primeros edificios con todas las fachadas fotovoltaicas ventiladas de Andalucía

Las fachadas fotovoltaicas ventiladas, que abarcan todo el edificio, actúan también como protección amortiguando el calor en verano y el frío en invierno. De esta forma, cumplen un doble cometido: aíslan el inmueble con el consecuente ahorro energético y generan energía renovable gracias a la solar fotovoltaica.

Además, los paneles se han fabricado en el mismo color azul que tenía el edificio; integrándose completamente en él, adaptándose a la verticalidad del inmueble y capaces de explotar toda la radiación que reciben (la cual es menor que la obtenida en cubiertas).

Nada más que en climatización, estas fachadas han favorecido una reducción de hasta el 50% de sus necesidades en comparación con las tradicionales. Y no sólo permiten el paso de la luz natural, sino que, al mismo tiempo, filtran la radiación solar dañina, un 99% la ultravioleta y un 95% la infrarroja, y ayudan a que la temperatura interior sea más agradable.

El proyecto incorpora también sistemas de gestión inteligente y contabilización de la energía generada.

Imagen 1. Los fondos FEDER han facilitado que las placas solares instaladas, además de producir energía limpia para recargar vehículos y para consumo propio, sirvan de aislamiento térmico del edificio. Fuente: Agencia Andaluza de la Energía