La COP 25, que se celebró la semana pasada en Madrid, ha finalizado sin acuerdo específico para regular el mercado de las emisiones de CO2, principal gas de efecto invernadero implicado en el calentamiento global. Aunque las Navidades que ahora comienzan no parecen las fechas más propicias para conseguir reducirlas, los consumidores pueden adoptar algunas medidas que hagan que el impacto ambiental sea menor.
Las Navidades son una época de grandes derroches, que tienen un importante coste social, económico y ambiental. La iluminación navideña, la compra de regalos con sus correspondientes envoltorios, los fuegos artificiales, las comidas copiosas, hacen que se genere un gasto energético y una producción de residuos mayor a la del resto del año. Para reducir en la medida de lo posible este impacto ambiental se pueden seguir algunas recomendaciones, de acuerdo con la guía Por una Navidad más verde publicada por el Centro Nacional de Educación Ambiental, CENEAM, el Ministerio para la Transición Ecológica y el dossier Ante el Cambio Climático, ¡Descarboniza! de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Sostenible.
- Asumir actitudes de consumo responsable
Entre las decisiones que se pueden adoptar para luchar contra el cambio climático en las Navidades se encuentran: realizar una compra reflexionada que apueste por la calidad en vez de la cantidad; hacer un consumo ajustado a nuestras necesidades para evitar desperdiciar alimentos y otros productos; reutilizar los objetos o juguetes en buen estado que ya no se usan para que se conviertan en nuevos regalos y separar los residuos en el contenedor adecuado.
- Consumir productos con una huella de carbono baja
La huella de carbono, es un indicador ambiental que pretende refleja la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, producto, organización o transporte. Una buena opción para reducir la huella provocada por las comidas y cenas navideñas es la elección de productos locales o de kilómetro cero, frescos, de temporada, no envasados ni procesados, así como limitar el consumo de carne.
- Evitar el derroche energético y aumentar la eficiencia
El alumbrado navideño de las ciudades tiene un importante coste económico y ambiental, sobre el que poco pueden hacer los consumidores. Pese a ello, desde los hogares sí se pueden adoptar algunas actitudes que eviten el derroche y mejoren la eficiencia energética: prescindir de las luces del árbol y buscar maneras más originales de adornarlo; no abusar de la calefacción y mantenerla entre 19º y 23º o aprovechar el calor residual del horno o la vitrocerámica para cocinar otros alimentos.
- Elegir regalos y juguetes más sostenibles
Las Navidades son sinónimo de juguetes, regalos y cajas y lazos de colores, a muchos de los cuáles no se les da uso. Para reducir el impacto ambiental de este consumo se puede recurrir a juguetes artesanales, sin pilas, que estimulen la creatividad, fabricados con materiales biodegradables y naturales y que cumplan con la normativa de seguridad, edades, etc. También se pueden elegir regalos de madera. Los árboles actúan como sumideros de carbono, es decir, retienen el CO2 y evitan que llegue a la atmósfera. El consumo de productos que promueven la utilización sostenible de este recurso natural, como los certificados con el sello FSC, pueden ser una forma de ayudar. Las felicitaciones navideñas con dicha ecoetiqueta es un ejemplo. Por último al regalar, evita el envoltorio excesivo y recuerda que puedes envolver tus regalos de forma creativa con papel de periódico o papel para reutilizar. En este sentido WWF ha lanzado una campaña para fomentar el uso del papel de periódico como sustituto del papel de regalo.
- Sustituir los viajes en coche por transportes más sostenibles
Uno de los mayores causantes de emisiones de CO2 es el transporte por carretera. En Navidades aumentan los desplazamientos para visitar a la familia o los amigos, de modo que es un buen momento para practicar una movilidad más sostenible, basada en el transporte público, o utilizar el coche de manera compartida para aprovecharlo al máximo y reducir el número de vehículos.
Imagen 1. Las luces de los árboles de Navidad pueden sustituirse por otro tipo de adornos./Pixaby