¿Qué es la energía electromagnética?
La energía electromagnética es una forma de energía que surge de la interacción entre campos eléctricos y magnéticos, generando ondas que se propagan por el espacio. Estas ondas se encuentran en lo que se conoce como campo electromagnético.
Una de las características distintivas de la energía electromagnética es su capacidad para propagarse a través del vacío, a la velocidad de la luz, a diferencia de otras formas de energía como el sonido, que requieren un medio material para su transmisión.
Este tipo de energía se manifiesta a través de diversas fuentes de energía. Algunas de ellas son naturales, como la radiación solar, y otras son de origen artificial, como los hornos microondas y otros dispositivos electrónicos.
Ondas electromagnéticas
El término «onda electromagnética» describe la forma en la que se propaga la radiación electromagnética a través del espacio. Estas ondas se clasifican en función de su frecuencia y longitud de onda y el rango completo de estas ondas es lo que conocemos como espectro electromagnético. Para medir los espectros, se utilizan espectroscopios, que son dispositivos que permiten medir longitudes de onda, frecuencias e intensidad de radiación.
Las ondas electromagnéticas están presentes en nuestra vida cotidiana y tienen diversas aplicaciones, desde la comunicación a la medicina. Los principales componentes del espectro electromagnético y sus usos son:
- Ondas de radio: transmisión de señales de radio y televisión, telefonía y comunicaciones por satélite.
- Microondas: empleadas en la cocción de alimentos y en tecnologías de comunicación, radares y para explorar la atmósfera terrestre.
- Rayos infrarrojos: utilizados en controles remotos y sistemas de calefacción.
- Luz visible: la captada por el ojo humano, esencial para la visión y que permite la fotosíntesis en las plantas. Se utiliza en la iluminación artificial, pantallas de dispositivos electrónicos, fotografía y tecnología de proyección.
- Rayos ultravioleta (UV): para la esterilización de materiales, agua y aire, y permite la producción de vitamina D en la piel.
- Rayos X: usados en medicina para obtener imágenes de estructuras internas del cuerpo.
- Rayos gamma: empleadas en la terapia contra el cáncer y la imagen médica.
Existen dos divisiones dentro del espectro electromagnético, conocidas como radiación ionizante y radiación no ionizante. Esta división se basa en la energía que transporta la onda y se refiere a si es suficiente o no como para producir la ruptura de enlaces químicos.
La radiación ionizante puede provocar la ruptura de los enlaces de las células, afectar el ADN genético, por lo que son peligrosas. Aunque el umbral para producir esta ruptura depende de la molécula involucrada, por lo general se considera radiación ionizante a aquella cuya frecuencia es superior a 10 elevado a 15 Hz, es decir, a la parte del espectro correspondiente a la radiación ultravioleta, rayos X y rayos gamma.
Las radiaciones no ionizantes, como las utilizadas en teléfonos móviles y otros sistemas de comunicación, no tienen energía suficiente como para romper los enlaces celulares y por eso es improbable que causen efectos irreversibles sobre la salud.
Imagen. Ondas electromagnéticas. Fuente: Pixabay.