Las novedosas baldosas anticontaminación con las que se han reurbanizado las aceras de la calle de Félix Pizcueta de Valencia han permitido limpiar el 72% del monóxido de nitrógeno en esta zona del centro de la ciudad, mientras que el dióxido de nitrógeno se ha reducido casi un 30%. La Fundación Inndea ha gestionado en Valencia el proyecto piloto Light2cat, financiado por la Unión Europea, para estudiar el impacto de la instalación en las aceras de un pavimento especial que absorbe la contaminación atmosférica al contacto con la luz, y que también se ha desarrollado en Copenhague (Dinamarca) y Malmoe (Suecia).
La directora de Innovación de la Fundación Inndea, Paula Llobet, ha resaltado a EFE el «éxito» de estas pruebas para limpiar el aire a través de una tecnología de alto rendimiento basada en cementos fotocatalíticos que se han usado para fabricar las baldosas. La tecnología ha sido desarrollada por un instituto danés y aplicada por una empresa de Castellón para fabricar las baldosas que en enero se instalaron en la citada calle, situada entre la Gran Vía del Marqués del Turia y la calle de Colón, a excepción del cruce con la de Cirilo Amorós.