17 Nov 2016

“Se necesitan hechos y ciencia, no opiniones”

Fuente: Sinc

John Kerry en la Cumbre del Clima de Marrakech. / UNclimatechange

John Kerry en la Cumbre del Clima de Marrakech. / UNclimatechange

En plena Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill se reunió con Franklin Roosevelt en Casablanca para seguir planificando estrategias contra el ejército nazi. Churchill insistió en llevar a Roosevelt a Marrakech porque no lo conocía. Tras varias horas de viaje llegaron justo en el momento en el que el sol se ponía entre las montañas del Atlas y Roosevelt pudo ver “la vista más bonita del mundo”.

Más de 70 años después, “sigue siendo cierto”. Así ha iniciado su rueda de prensa John Kerry en la Cumbre del Clima de Marrakech. Es en esta ciudad donde unos 196 países se reúnen para “preservar el planeta para las futuras generaciones”.

“En la COP22 nadie puede negar los progresos que hemos hecho. Estamos más unidos que nunca”, ha resaltado Kerry en su último discurso como secretario de Estado. El Acuerdo de París para la lucha contra el clima es el resultado de décadas de esfuerzos. “Cuando nos fuimos de París, el mundo se unió y se movió para que entrara en vigor lo antes posible”. Y así fue el pasado 4 de noviembre.

Kerry ha agradecido a todos los países, que se enfrentan a circunstancias diferentes, a la delegación estadounidense y en especial a los científicos. “No podemos esperar mucho en traducir lo que los científicos investigan”, ha apuntado. “Está más claro que el agua, cuanto más aprenden los científicos, más en alerta se ponen”.

Efectos irreversibles del cambio climático

Kerry ha recordado la primera Cumbre del Clima que organizó Marrakech en 2001. Desde entonces, cada año que ha pasado supera al anterior en temperaturas. 2016 está a punto de batir el nuevo récord. “Hasta los más escépticos deberían de pensar que algo está pasando”, ha confesado Kerry.

Durante los últimos meses, el secretario de Estado, que ha dedicado toda una vida en conseguir los objetivos climáticos, ha viajado a Groenlandia y la Antártida donde ha podido ver de primera mano los efectos del cambio climático, que en los primeros nueve meses del año ha ocasionado a EE UU pérdidas por 27.000 millones de dólares.

Incremento de temperaturas, deshielo, aumento del nivel del mar, pérdidas humanas y económicas. Los efectos del cambio climático son ya tangibles. “No tenemos una segunda oportunidad, la mayoría de los daños son irreversibles”, ha subrayado firmemente el político, para quien no hay vuelta atrás ni magia que pueda reponer los ríos o los glaciares.

En su discurso ha elogiado la labor de los científicos que son “unánimes en sus evidencias”. Según el político, no estaríamos aquí si no fuera por su alarma. “Se necesitan hechos y ciencia, no opiniones”, ha zanjado.

Las renovables, la esperanza para el mundo

Para Kerry, el mayor enemigo de nuestro bienestar es el carbón, más que la amenaza que puede suponer Donald Trump. El carbón produce el 30% de la energía mundial, pero genera el 50% de las emisiones mundiales de efecto invernadero. “Amenaza todo lo que estamos intentando conseguir”, ha indicado el político, para quien no es posible tener en una mano las energías renovables y en otra el carbón. “No tiene sentido, es un suicidio”.

Solo se pueden lograr los objetivos climáticos –que las temperaturas no aumenten más de 2 ºC respecto a los niveles preindustriales– reduciendo la huella de carbono y apostando por las energías renovables. “Las energías más sucias son las más baratas, pero solo a corto plazo. A largo plazo es otra historia”, ha declarado.

Kerry ha mencionado el liderazgo que el sector privado tiene que mostrar en este sentido e invertir en soluciones limpias. “Los gobiernos no lo vamos a conseguir solos”. Las empresas tienen que crear innovaciones tecnológicas para lograr un mundo sin carbono.

Para Kerry, la transición hacia las energías limpias ya ha empezado. “Ahora tenemos que tener la voluntad de terminar el trabajo a tiempo”, ha aseverado. Pero el tiempo no juega a nuestro favor, aunque se muestra optimista.

Hace unos meses, John Kerry asistió a la firma del Acuerdo de París en la sede de Naciones Unidas en Nueva York con su hija y su nieta. En ese momento, recordó toda su trayectoria hasta llegar a Le Bouget, sede de la COP21, cuando se alcanzó el mayor logro, el Acuerdo de París. A la hora de firmar, Kerry llevó a su nieta en brazos, ha contado muy emocionado. Y lo hizo porque pensó en futuro. “Me la llevé conmigo por su futuro”.

En su discurso ha querido enviar un mensaje al recién electo presidente de EE UU ante las incertidumbres que está generando. Desde que es secretario de Estado ha aprendido una cosa y es que “las cosas se ven muy distintas en la oficina que en campaña”. Ha recordado que cada nación tiene la responsabilidad de superar la prueba. “Hay que seguir la lucha”, ha anunciado.

Hasta ahora, gracias a la entrada en vigor del Acuerdo de París, se ha avanzado mucho. Pero “las contribuciones de cada uno no son el techo sino las bases. Tenemos que presionarnos los unos a los otros”. “No es suficiente con hacer lo mejor; a veces debemos hacer lo que se requiere”, ha terminado citando a Churchill. “Haremos lo que se requiere”.

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