Las temperaturas aumentarán 3,2 ºC aun cumpliendo los objetivos actuales
Si las emisiones de gases de efecto invernadero no caen de 7,6 % cada año entre los años 2020 y 2030, los países no alcanzarán el objetivo de limitar el aumento de temperaturas en 1,5 ºC, tal y como establece el Acuerdo de París. Esta es la principal conclusión de un nuevo informe presentado ayer por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Queda un año para que los países actualicen sus compromisos climáticos respecto a la reducción de emisiones. 2020 fue el año que se fijó en París para que los estados miembros presenten nuevos y ambiciosos planes en sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDCs, por sus siglas en inglés). Así deben hacerlo cada cinco años.
Sin embargo, el Informe Anual de Brecha de Emisiones del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), presentado hoy en Ginebra (Suiza), alerta de que incluso implementando los compromisos absolutos actuales establecidos por el Acuerdo de París, aprobado en 2015, las temperaturas aumentarán 3,2 ºC.
El límite se estableció en 2 ºC, haciendo esfuerzos para lo alcanzar 1,5 ºC, según las recomendaciones de los científicos del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). Un mayor incremento de temperaturas provocará consecuencias devastadoras.
“Durante diez años, el Informe de Brecha de Emisiones ha estado dando la voz de alarma, y durante diez años, el mundo solo ha aumentado sus emisiones”, ha manifestado el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres. “Nunca ha habido un momento más importante para escuchar a la ciencia. No prestar atención a estas advertencias y tomar medidas drásticas para revertir las emisiones significa que continuaremos sufriendo contaminación, olas de calor y tormentas mortales y catastróficas”, ha añadido.
Mayor ambición en la reducción de emisiones
El informe revela que las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado un 1,5 % cada año durante la última década. Las emisiones en 2018, incluyendo los cambios en el uso del suelo, como la deforestación, alcanzaron un nuevo máximo de 55,3 gigatoneladas de CO2 equivalente.
Según el PNUMA, las naciones deben fortalecer sus compromisos de tal manera que se reduzcan las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en 7,6 % por año en la próxima década para que las temperaturas no aumenten 1,5 ºC. Para no superar los 2 ºC se deberá reducir anualmente las emisiones en 2,7 %.
Para el año 2030, las emisiones anuales deberán ser de 15 gigatoneladas de CO2 equivalente más bajas que las NDCs actuales, establecidas para que la temperatura media global no aumente de 2 ºC respecto a los niveles preindustriales. Para cumplir con los recortes, el informe señala que los niveles de ambición en las NDCs deben aumentar al menos cinco veces para el objetivo de 1,5 ° C y tres veces para los 2 ° C. De lo contrario, no se alcanzarán los objetivos.
“El informe del PNUMA nos dice que las emisiones deben tocar techo en 2020 y empezar a descender de manera acelerada a partir de esa fecha. La COP25 en Madrid debe ser un hito decisivo para que los países eleven la ambición de sus contribuciones contra el cambio climático en 2020, facilitemos un movimiento global de acción climática más inclusivo, que canalice la acción necesaria para abordar este desafío” ha declarado la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera.
Las naciones del G20 representan en conjunto el 78 % de todas las emisiones, pero solo cinco miembros del G20 se han comprometido con un objetivo de cero emisiones a largo plazo. A corto plazo, los países desarrollados tendrán que reducir sus emisiones más rápido que los países en desarrollo, por razones de equidad e igualdad.
Sin embargo, todos los países deberán contribuir más a los efectos colectivos. Los países en desarrollo pueden aprender de los esfuerzos exitosos en los países desarrollados; incluso pueden adoptar tecnologías más limpias a un ritmo más rápido.
“Nuestro fracaso colectivo para actuar de manera temprana y dura contra el cambio climático significa que ahora debemos realizar recortes profundos en las emisiones”, ha señalado Inger Andersen, director ejecutivo del PNUMA. “Esto muestra que los países simplemente no pueden esperar hasta el final de 2020, cuando vencen nuevos compromisos climáticos, para intensificar la acción. Ellos, y cada ciudad, región, empresa e individuo, deben actuar ahora” ha concluido.
Imagen 1. Si no se endurecen los compromisos de reducción de emisiones, los efectos del cambio climático serán más catastróficos a lo largo del siglo. / Pixabay