Las emisiones del sistema eléctrico español descienden en 30 millones de toneladas en los últimos 5 años
El Acuerdo de París significó, en 2015, el pistoletazo de salida en la carrera por la descarbonización. Con él, los países firmantes se comprometían a adoptar una serie de medidas para contener el incremento de la temperatura de la Tierra “muy por debajo de los 2ºC” con respecto al nivel preindustrial. Para alcanzar esta meta, los países miembros de la Unión Europea se han fijado una serie de objetivos energéticos que pasan por la reducción de un 40% las emisiones en 2030 como antesala de un sistema prácticamente descarbonizado en 2050.
La instalación de nueva potencia de generación de tecnologías como la eólica, la hidráulica o la solar resultan esenciales para alcanzar los objetivos, ya que son, junto a la nuclear, fuentes de electricidad sin combustión y que, por tanto, no emiten CO2 equivalente.
En el caso del sistema eléctrico español, las emisiones han experimentado una reducción como consecuencia de la mayor cuota de renovables en la estructura de generación acompañado también por una disminución de la producción con carbón. Así, en solo 5 años, las toneladas de CO2 equivalente registradas en 2019 se han reducido en 30 millones con respecto a las de 2015.
Estos son algunos de los datos que se esgrimen del informe Emisiones de CO2 asociadas a la generación eléctrica en España.
Así, estas emisiones son calculadas a partir de unos factores de emisión con los que se definen las toneladas de CO2 equivalente emitidas por cada megavatio-hora (MWh) generado, dependiendo de la tecnología empleada y del territorio. También en los últimos 5 años, el factor de emisión ha disminuido un 30%, pasando de 0,26 tCO2-eq/MWh en 2015 a un factor de 0,19 tCO2-eq/MWh alcanzado en el pasado año.