Los avances en análisis de biomasa y las posibilidades de la agricultura de conservación para afrontar el cambio climático se presentan en la COP25 de la mano del proyecto Biomasstep y el investigador Jesús Gil Ribes.
En la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida como COP25, líderes políticos, instituciones de investigación, organizaciones no gubernamentales y ciudadanía se dan cita para llegar a acuerdos sobre actuaciones para enfrentar la crisis climática.
La investigación juega un papel fundamental tanto en la medición de los efectos del cambio climático como en la creación de alternativas para atacarlo. En esta línea, los grupos de investigación de la Universidad de Córdoba llevan años trabajando en la búsqueda de soluciones desde distintas áreas como la agricultura, la selvicultura, la gestión eficiente de recursos o la descontaminación de aguas residuales.
En este marco, el catedrático del departamento de Ingeniería Rural de la Universidad de Córdoba (UCO), Jesús Gil Ribes, ha participado en ‘4 per 1000 Initiative’ Day, una iniciativa que busca compensar las emisiones de CO2 producidas por el uso de los combustibles fósiles a través de la fijación de carbono orgánico en suelos. Para ello, se hace necesario un cambio del modelo agrícola hacia la agricultura de conservación. Gil Ribes ha compartido junto a cargos de las administraciones de Finlandia, Argentina, Francia, Zimbabwe y Estados Unidos, los avances en técnicas agrícolas que incidan en el secuestro de carbono llevados a cabo por la UCO en un acto inaugurado por el Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, junto con sus homólogos de los gobiernos de Francia y Alemania.
Por otra parte, el proyecto Biomasstep, liderado por el grupo de investigación BIOSAHE (Biocombustibles y Sistemas de Ahorro Energético) la UCO y financiado por la Comisión Europea a través del programa de cooperación transfronteriza Interreg – Poctep también se presentó en la cumbre climática de mano de Javier Alberto Muñoz, de APPA Renovables durante la sesión «Technologies for the Empowerment of Energy Consumers».
En el Espacio Diálogo de la Zona Verde, adyacente al espacio de los delegados de la ONU, las personas asistentes pudieron conocer los avances de este proyecto que desarrolla una tecnología que permita conocer la calidad de la biomasa de forma rápida y barata, para así, estimular la extensión del uso de esta fuente de energía.
Imagen 1. El investigador Jesús Gil Ribes durante su intervención en la COP25.