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30 Oct 2019

El 39% de la energía que se consume en Andalucía tiene un origen renovable

Fuente: Agencia Andaluza de la Energía

energías renovables

El consejero Juan Bravo explica en el Parlamento que la comunidad cuenta con el 43% de la potencia termosolar de España y una radiación solar un 13% superior a la media.

Andalucía es la región española «con mayor y mejor recurso renovable», al contar con el 43% de los megavatios (MW) termosolares instalados en España, lo que la convierte en la primera comunidad autónoma en potencia solar térmica, superando el millón de metros cuadrados de superficie solar de captación. Cuenta con más de 1.000 MW fotovoltaicos en funcionamiento y una radiación solar un 13% superior a la media nacional. Asimismo, tiene la mayor potencia eléctrica instalada con biomasa y 147 parques eólicos que la sitúan como la cuarta comunidad con mayor potencia eólica conectada a red.

Son datos que ha ofrecido el consejero de Hacienda, Industria y Energía, Juan Bravo, en comisión parlamentaria, en la que ha destacado que Andalucía tiene instalados un total de 6.104 MW de potencia eléctrica renovable, que genera en torno al 39% de la energía eléctrica que consume la comunidad, y que «la sitúa en una posición preferente para el desarrollo de estos proyectos respecto al resto de comunidades autónomas».

Bravo ha señalado que, por primera vez y como principal novedad, la planificación vinculante de la red de transporte eléctrico recoge entre sus principios rectores la máxima penetración de las energías renovables en el sistema eléctrico. «Esto es una oportunidad sin precedentes para que Andalucía se dote con infraestructuras que fomenten su desarrollo económico y se convierta en un referente renovable en el ámbito europeo».

El potencial para albergar plantas renovables supera en Andalucía los 310.000 megavatios (MW), según un análisis realizado por la Agencia Andaluza de la Energía, en su mayoría solar, tecnología que marca la diferencia con el resto del territorio nacional y que, por su actual desarrollo tecnológico, puede aportar una mayor eficiencia a un sistema de generación de base renovable. Asimismo, la comunidad cuenta con un tejido empresarial con más de 1.800 empresas que generan más de 43.000 puestos de trabajo.

En España, la hoja de ruta viene marcada por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que contempla unos objetivos y compromisos muy ambiciosos para 2030 en cuanto a reducción de emisiones, participación de renovables en el consumo final y eficiencia energética. En concreto, plantea alcanzar un aporte renovable al consumo del 42%, llegar al 22% de renovables en transporte vía electrificación y biocarburantes, y que un 74% de la generación eléctrica tenga origen renovable, lo que supone la incorporación de 57.000 MW (megavatios) renovables entre 2020 y 2030.

«Desde Andalucía queremos aportar el 45% de la nueva potencia renovable que contempla el PNIEC, esto es, 25.650 megavatios adicionales a los ya existentes». Para ello, la Agencia Andaluza de la Energía ha realizado un estudio orientado a identificar las necesidades de infraestructuras eléctricas para alcanzar un nivel de implantación de renovables coherente con el potencial bruto disponible de nuestra comunidad.

El pasado mes de mayo, el consejero se reunió con la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, para trasladarle cuáles son las necesidades más urgentes que presenta Andalucía en materia de infraestructuras de la red de transporte eléctrico para mejorar la seguridad del sistema eléctrico y para atender el desarrollo de proyectos de energías renovables y garantizar su evacuación a la red.

El punto de partida de Andalucía es el siguiente: la comunidad tiene instalados 6.104 MW de potencia eléctrica renovable, a los que se sumarán otros 9.689 MW de proyectos renovables (el 95% de tecnología fotovoltaica), cuyo acceso a la red ha sido autorizado y están pendiente de puesta en marcha. Junto a ello, se contabilizan otros 14.000 MW en proyectos renovables pendientes de conseguir acceso y conexión a red.

Según una consulta realizada desde la Consejería de Hacienda, Industria y Energía, los promotores apuntaron a una bolsa de demanda de 21.658 MW de potencia renovable, sin embargo, la capacidad libre disponible de la red es de poco más de 4.500 MW, cifra que no cubre siquiera los proyectos que ya han solicitado acceso a la red. Esto, sumado a los proyectos renovables en promoción indica que, de cara a la próxima planificación de infraestructuras eléctricas, hace falta ampliar la capacidad actual en 11.430 MW. Por eso, es imprescindible que esta región cuente con una red de transporte que garantice la evacuación de la energía generada por los nuevos proyectos solares, una propuesta que es «responsabilidad de todos» defender por el interés general de los andaluces.

Según datos de REE, actualmente hay 32 nudos saturados en Andalucía que no disponen prácticamente de capacidad para la conexión de nuevos proyectos. Además, existen seis grandes ejes que están saturados o en fase de saturación, que se extienden por zonas de altos recursos renovables y donde hay una elevada demanda de proyectos. Así, la propuesta de la Junta al Ministerio y REE pasa por demandar un importante desarrollo en ejes de 400 kV que mejore la capacidad de conexión de Andalucía con el resto de España, que se invierta en grandes ejes interiores para la evacuación del recurso renovable y que se construyan 15 nuevas subestaciones de 220 y 400 kV, así como la ampliación de las existentes, sin olvidar que todo ello permitirá además el apoyo a la red de distribución.

La propuesta incluye actuaciones en todas las provincias andaluzas que aseguran un desarrollo territorialmente equilibrado, pero hay cinco bloques de infraestructuras que tienen un impacto en áreas geográficas que representan el 36,8% de la superficie andaluza y que afectan a 2,3 millones de habitantes de 190 municipios. «El déficit de infraestructuras condiciona gravemente el desarrollo de estas comarcas, a las que se condena al aislamiento y a la despoblación por no disponer de alternativas de desarrollo económico».

Además, en ella se reclama que se ejecuten las infraestructuras recogidas en la actual planificación de desarrollo de la red de transporte 2015-2020, y que aquellas que puedan quedar pendientes al final de ese periodo, como probablemente ocurra con el cierre del Eje Baza-La Ribina que está en tramitación administrativa, se incluyan automáticamente en la nueva planificación de la red de transporte 2021–2026 y se finalicen en el menor periodo de tiempo posible. «Andalucía se juega mucho en este ejercicio de planificación, que va a afectar a nuestra economía, al medioambiente y a la cohesión de todo nuestro territorio. Tenemos un potencial enorme y no vamos a desaprovechar esta oportunidad histórica para estar a la vanguardia de una economía descarbonizada».

Imagen 1. El consejero de Hacienda, Industria y Energía, Juan Bravo, en el Parlamento de Andalucía.

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