Después de una larga noche sin dormir, los representantes de los 190 países asistentes a la cumbre del clima de Varsovia –o lo que queda de ellos, porque la delegación Ucraniana, por ejemplo, dejaba esta misma mañana la sede– han llegado a un acuerdo.
La Plataforma de Durban (ADP, por sus siglas en inglés) que surgió en 2011 en la cumbre celebrada en la ciudad africana que le da nombre, ha dado un pequeño paso estos días.
“Se han dejado muchas cosas pendientes para la cumbre de Lima, que no será en ningún caso una conferencia de transición», dijo Arias Cañete
No se ha avanzado ni en temas de compromisos de reducción, ni en cómo se van a evaluar, pero se ha consensuado un texto –tras cambiar el término “compromisos” por “contribuciones” del borrador previo–, y se ha fijado un nuevo calendario para presentar dichas contribuciones, el primer trimestre de 2015.
La UE ha manifestado durante toda la COP19 que este punto del debate era su mayor ambición, pero finalmente “hemos renunciado al establecimiento de una fase de evaluación” de dichas contribuciones, explicaba el Ministro de Agricultura, Alimentación y Medioambiente español, Miguel Arias Cañete.
Como consecuencia, queda un largo camino para llegar a París 2015, fecha en la que se deberá adoptar en la capital francesa un acuerdo jurídicamente vinculante en materia de emisiones, que entrará en vigor en 2020.
“Se han dejado muchas cosas pendientes también para la cumbre de Lima, que no será en ningún caso una conferencia de transición. Determinar todas las informaciones que tienen que presentar los países cuando hagan sus contribuciones, por ejemplo, no es poco”.
“Cruzo los dedos por mis colegas de Lima y París, por los logros que tenemos que alcanzar en los próximos años”, decía en el momento de aprobarse el ADP el polaco Marcin Korolec, presidente de la cumbre, haciendo referencia a las dos próximas sedes.
Pérdidas y daños del cambio climático
También se ha acordado la creación de un ‘mecanismo internacional de Varsovia’. Este nuevo instrumento paralizó las votaciones, por desacuerdos en el primer párrafo del texto que limitaban su actuación y reducían su flexibilidad, según manifestaron varios delegados de países en desarrollo presentes en el plenario. Una vez superado este escollo, se ha aprobado y su función será la de establecer fondos institucionales que hagan frente a las pérdidas relacionadas con el cambio climático y los daños asociados, especialmente en naciones en desarrollo.
Sin embargo, aún no queda claro de donde procederá dicha financiación, pero sí que será un organismo abierto a la sociedad civil, es decir, a todos los que tengan algo que decir en materia de pérdidas y daños. “El grupo de trabajo tiene previsto su primera reunión en marzo de 2014”, aseguraba Arias Cañete.
Otra de las cuestiones que se ha dado por zanjada aquí es la última fase del mecanismo REDD+, que tiene como objetivo la financiación de proyectos para acabar con la deforestación. “Ya estaba en funcionamiento y recibiendo aportaciones, pero faltaba establecer la metodología para financiar su última fase”, explicaban fuentes de la delegación española consultadas por SINC.
El acuerdo sobre REDD+ está respaldado por compromisos de 280 millones de dólares en financiación, de los EE UU, Noruega y el Reino Unido.
«Los gobiernos han mostrado en Varsovia su firme compromiso de reducir las emisiones de deforestación y degradación forestal”, afirmó Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la COP19.
Por último, se ha anunciado que tras las cumbres del clima de Lima 2014 y París 2015, la siguiente tendrá como país anfitrión a Senegal.
Cambio climático en Europa
Las recomendaciones del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) son claras y han estado presentes en múltiples sesiones científicas paralelas a las negociaciones.
En concreto, el estudio Así es el cambio climático en Europa presentado durante la cumbre por Jean Pascal van Ypersele, vicepresidente del IPCC, relata los impactos que ya suceden en España y países vecinos.
“Los europeos creen que el cambio climático es un problema con impactos solo en otros países y deberían dejar de pensar así”, aseguraba el científico.
Según este trabajo, los Pirineos han perdido casi el 90% de su hielo glaciar el pasado siglo y esto tendrá graves repercusiones en el suministro de agua en verano y efectos potencialmente dramáticos en la agricultura en el futuro. Por otro lado, en la costa, los niveles del mar están subiendo en toda España 3 milímetros al año, lo que puede reducir un promedio de 15 metros las playas en 2050.
“Esto será catastrófico para la gente que vive allí. También puede tener graves consecuencias para la industria turística y para las personas cuya supervivencia económica depende de los turistas extranjeros”, añaden los científicos.
Plante histórico de ONG y sindicatos
Si por algo se recordará seguro esta COP19 es por el abandono masivo, a un día del fin oficial de la cumbre, de ONG y sindicatos. El jueves cientos de personas recogían sus bártulos y se iban al unísono por la puerta principal del estadio de fútbol –donde se ha celebrado esta cumbre–, como si se tratara de seguidores que ven perder por goleada a su equipo y se van antes de concluir el partido. No había ocurrido en ninguna Conferencia de las Partes anterior.
Kumi Naidoo, director ejecutivo de Greenpeace, declaraba: “Esta cumbre ha sido una farsa. Se suponía que veníamos a intensificar los compromisos de reducción de emisiones pero no solo no hemos avanzado en este sentido sino que hemos ido para atrás con Japón reduciendo su compromiso de reducción de emisiones, Australia retractándose de su legislación climática y Brasil aumentando un 28% su tasa de deforestación”.
Ante este plante de las ONG el presidente de la COP19, Marcin Korolec, y ahora exministro de Medioambiente del país anfitrión, decía lamentarse de la situación: «Lamento el hecho de que algunas ONG decidieran dejar la cumbre para expresar su desaprobación hacia las negociaciones” y añadía “los observadores no gubernamentales siempre han movilizado a los negociadores hacia mayores esfuerzos y ambiciones”.
Su condición de exministro –que no se hará efectiva hasta el próximo 27 de noviembre– también ha tenido lugar durante la celebración de la COP19 tras el anuncio del primer ministro polaco, Donald Tusk, del cese de seis carteras ministeriales el pasado miércoles. Otro de los momentos álgidos y no faltos de polémica de esta semana.
En definitiva, se han hecho muchas jugadas en este campo de Varsovia, pero muy pocos goles a la mitigación del cambio climático.