La energía solar se obtiene principalmente a través del uso de tecnologías que pueden clasificarse en dos categorías principales: activas y pasivas.

Tecnologías solares activas: Son aquellas que implican el uso de dispositivos y sistemas mecánicos o eléctricos para captar, almacenar y distribuir la energía de manera más eficiente. Algunos ejemplos son:

• Paneles fotovoltaicos: Convierten la radiación solar en electricidad utilizando el efecto fotovoltaico, que se produce cuando la luz del sol incide sobre las celdas de estos paneles. Los fotones (partículas de luz) interactúan con los átomos del material semiconductor, liberando electrones y produciendo, por tanto, energía solar fotovoltaica.
• Colectores  térmicos: Estos dispositivos capturan la radiación solar para calentar un fluido, que se utiliza para generar calor o agua caliente sanitaria. Con estos colectores se produce energía solar térmica.
• Seguidores solares: Son estructuras que siguen el movimiento del sol durante el día para maximizar la captación de radiación solar.
• Sistemas de concentración solar: Utilizan espejos o lentes para concentrar la radiación solar en un área más pequeña, lo que aumenta la intensidad y la eficiencia de la captación de energía. Con estos sistemas se consigue energía termosolar. Ha sido en Andalucía donde se han puesto en marcha los primeros proyectos de Europa. Hace años, esta comunidad autónoma ya fue promotora de esta y otras tecnologías solares con la puesta en marcha de la Plataforma Solar de Almería.
• Sistemas de almacenamiento: Permiten almacenar el exceso de energía solar generada durante el día para su uso posterior, generalmente en baterías, de modo que se pueda disponer de energía durante la noche o en días nublados.

Tecnologías solares pasivas: Aprovechan el diseño arquitectónico y los materiales para maximizar el uso directo de la energía solar sin requerir sistemas mecánicos o eléctricos complejos. Algunos ejemplos de tecnologías solares pasivas incluyen:

• Diseño de orientación solar: La disposición estratégica de ventanas, paredes y techos para maximizar la entrada de luz solar y aprovechar el calor natural en los edificios.
• Aislamiento y ventilación: El uso de materiales de construcción y técnicas adecuadas para mantener una temperatura interior confortable, aprovechando el calor solar y evitando la pérdida de calor.
• Protección solar: El uso de elementos como aleros, toldos y persianas para controlar la cantidad de luz solar y calor que ingresa a un edificio.

Diferencias entre tecnologías solares activas y pasivas

La diferencia fundamental entre este tipo de tecnología radica en el nivel de complejidad y uso de sistemas mecánicos o eléctricos. Las tecnologías solares activas requieren el uso de equipos y dispositivos para captar, convertir y distribuir la energía solar, mientras que las tecnologías solares pasivas se basan en el diseño inteligente de edificios y la selección de materiales para aprovechar la energía solar de manera natural y directa.

Situación de la energía solar en Andalucía

Esta región ha sido pionera en la obtención de calor y electricidad a partir de la energía solar. Es uno de los recursos utilizados en los hogares andaluces para la obtención de agua caliente y climatización mediante equipos de energía solar térmica. Al mismo tiempo, los equipos fotovoltaicos de pequeña potencia han logrado abastecer las necesidades de suministro eléctrico de puntos remotos de esta comunidad sin posibilidad de red eléctrica.

A diciembre de 2002, los datos de potencia de energía solar instalada en Andalucía eran, según la Agencia Andaluza de la Energía, los siguientes:

Imagen 1. Placas solares. (Fuente: Pixabay. mrganso)