Existen tecnologías que mejoran la eficiencia energética de los aparatos eléctricos que tenemos en nuestros domicilios. Es el caso de los sistemas de domótica y sus infinitas aplicaciones para ahorrar energía. Una de las ventajas que presentan es que no son muy caros y están al alcance de todos. Se trata  de una tecnología que puede convertirse en aliada para ahorrar energía, ya que permite un menor gasto en electricidad, combustibles y agua.

La domótica es, por tanto, una tecnología utilizada para automatizar procesos y controlar viviendas completas o aparatos desde el panel de un dispositivo como el móvil o un mando. Algunos ejemplos de las posibilidades que ofrece son:

1. El control de la iluminación, que es uno de los tipos de sistemas domóticos más conocidos. Ofrece la posibilidad de controlar el encendido y apagado de las luces de la vivienda. En este grupo existen sistemas que adaptan la intensidad de la luz en función de las condiciones del ambiente y la época del año. Además, también permiten elegir la tonalidad de luz de las bombillas para iluminar de manera eficiente.
2. Cuando se trata de encontrar la temperatura ideal, existen soluciones domóticas para el hogar que detectan la temperatura del ambiente para programar el aire acondicionado y la calefacción.
3. Por otra parte, con los sistemas de domótica en casa puedes programar la hora de puesta en marcha de tus electrodomésticos y apagarlos por completo sin generar consumos fantasmas.
4. El control integrado e inteligente también puede detectar fallos y averías en los aparatos eléctricos y nos puede llevar a crear un perfil del consumo de energía del hogar y conocer qué electrodomésticos consumen más.

Algunos sistemas inteligentes están actualmente disponibles son la bombillas, enchufes y regletas, sensores, cierre de ventanas y medidores de consumo.

^{Fotografía: Geralt en Pixabay}