Según ha desvelado Francisco Gabriel Acién, uno de sus directores junto a Bernardo Llamas, “no ha sido complicado montar el armazón del curso de verano porque en realidad hay mucho interés por parte de la academia de contribuir a la readaptación”. Se ha referido así al interés que ha levantado su propuesta formativa estival, ‘Contribución de las tecnologías de captura, almacenamiento y uso de CO2 a la bioeconomía’, inaugurada por el vicerrector de Investigación e Innovación de la UAL. Diego Luis Valera, acompañado por el propio Acién y de Pedro Mora, director técnico de la Agrupación de Fabricantes de Cemento de España y primer ponente, ha destacado el matiz de “recuperar las actividades presenciales” y se ha mostrado satisfecho por la realización de este curso: “Estas tecnologías son esenciales para mitigar el calentamiento global y el cambio climático, por lo que debemos analizarlas y apoyarlas decididamente para poder cumplir los acuerdos de Paris de 2015, siendo uno de ellos reducir las emisiones entre un 10 y un 30%”.
Ha recordado que “de la mano de la Plataforma Tecnológica Española del CO2 se organizó en plena pandemia una jornada que constituyó el germen del curso de Verano que comenzamos hoy”, dirigido por “uno de nuestros investigadores más importantes, al que me gustaría felicitar públicamente por esta iniciativa y por su extraordinaria trayectoria científica”, de modo textual. También se ha mostrado seguro de que “las reflexiones de estos tres días aportarán luz sobre la temática de un curso de gran interés para la sociedad en general”. A ese respecto, ha finalizado aseverando que “desde la Universidad de Almería pensamos que es muy importante impulsar foros de discusión en temas tan relevantes como la mitigación del calentamiento global y el cambio climático, ya que las universidades y los centros de investigación debemos ser una parte muy activa en la discusión de los retos que afronta nuestro planeta y desde Almería vamos a aportar nuestro granito de arena, sobre todo en usos del CO2, como abonado carbónico en invernaderos y microalgas, temas donde nos avala una dilatada experiencia de investigación e innovación”.
Apoyando el alto nivel del curso se ha expresado Francisco Gabriel Acién: “Tenemos un grupo de ponentes muy interesante tanto de la academia como de la empresa y vamos a discutir sobre una temática que va a afectar mucho en la vida de nuestra sociedad en los próximos años, que es la reducción de emisiones de CO2, hacer frente al cambio climático y cómo tenemos que readaptar desde nuestros ámbitos personales a los ámbitos industriales”. Ha insistido en el referido interés de la academia y de la empresa “en contribuir a este cambio, a informar de las tecnologías que hay disponibles, y lo que más valoraría, el interés de las empresas: están muy necesitadas y muy interesadas ellas mismas en adaptarse, saben que necesitan cambiar totalmente sus tecnologías en sus procesos”. Sobre el programa que ya se está abordando, el primer día es una visión muy amplia del cambio climático y el CO2 por parte de las universidades y algunas empresas, el segundo se nutrirá de presentaciones de investigadores de la UAL que están trabajando en microalgas, en CO2 en invernaderos o transformación de CO2 en policarbonatos en la propia universidad, esto a través de proyectos europeos, y el último día se visitan instalaciones de la UAL en las que se están llevando a cabo los proyectos”.
Satisfecho de su participación en los cursos, Pedro Mora ha subrayado que “el reto que tiene nuestra sociedad es la lucha contra el cambio climático, y las tecnologías que analiza el curso son fundamentales, así que esta propuesta sirve para abrir el marco tecnológico a los alumnos de la Universidad de Almería y que puedan palpar directamente cuál es el desarrollo de las distintas tecnologías que ahora están en boga en el mundo”. Les ha dado los matices “sobre usos” a lo largo de su intervención, “dónde encajan en ese vector económico, que también es importante saber cuáles son las tecnologías que van a tener más capacidad económica de entrar en los procesos productivos y ser rentables”.
Y es que lo ha dejado claro, que no solo están los pilares de la voluntad y de la investigación, sino también el de tener viabilidad técnico-económica: “Las ganas las tenemos, la sociedad española, europea y me atrevería a decir occidental, las tienen, por otro lado la investigación la desarrollamos, pero el tercer pilar es llevar esa investigación a la práctica real en los trabajos conjuntos entre el sector investigador, la universidad, las empresas y las administraciones públicas, en proyectos cofinanciados que permitan esas tecnologías que la investigación va a desarrollar como las más prometedoras llevarlas a escala piloto y a escala industrial posterior”. De hecho, ha insistido en que “esto no es un reto de investigación únicamente, es un reto de viabilidad de implantación masiva, y en estos cursos se transmite a los que van a ser nuestros futuros profesionales lo que hay a nivel global y por dónde va el camino de la investigación que mañana será realidad tecnológica”.
A menos de un kilómetro, en el Hotel Avenida, se ha cerrado esta misma jornada de miércoles el curso ‘Recursos para construir el futuro a través de la Divulgación y la Comunicación Científica’. El cierre se ha producido con la intervención de Miguel Carrasco como responsable de Comunicación Corporativa y Proyectos Europeos de la Fundación Descubre, basada en ‘Comunicar ciencia en prensa escrita: cómo contar historias y todo lo que no debes hacer’. Antes se ha llevado a cabo un taller interactivo para dar el toque de humor a la divulgación de la ciencia, con la herramienta de los ‘monólogos científicos’. Un consumado divulgador capaz de dar ese cambio de ritmo, ganador del concurso FameLab, es Álvaro Morales, del Instituto de Salud Carlos III, que ha hecho a los alumnos divertirse y que él mismo ha disfrutado mucho: “Lo bueno que tiene la divulgación es que te lo pasas bien tú mismo, y cuando hago estos talleres me divierto mucho; yo les enseño, pero ellos me enseñan a mí su ciencia, sus investigaciones y no puedo negar que me lo paso muy bien”.
Ha explicado que “hay muchos formatos de contar la ciencia, pero al final hay una cosa que siempre pasa, y es contar una historia porque a la personas nos encanta que nos cuentan una historia, una presentación, un nudo y un desenlace, y eso con la ciencia se puede hacer”. Lo que va a variar es función de cómo es cada uno “es el estilo, que es propio”, como sucede con Manu González, que es astrofísico y le encanta la cola, y canta muy bien, así que inventó la ‘astrocopla’ y divulga a partir de la copla”. Es la suma para tener el referido estilo propio lo que ha querido que los alumnos realicen a lo largo de su participación en el curso: “Yo digo que los monólogos son como el gusanillo, el nematodo, de la divulgación, porque te hace divertirte y tener la curiosidad de ir a por más de buscar más ciencia”. Ha puesto en valor que “la gente está muy interesada y consume más ciencia de lo que creemos, y lo que hay que hacer es transmitirla de una manera diferente porque, de primeras, la gente se asusta”.
En cuanto a la aceptación de este formato de difusión entre la comunidad científica, “hay de todo, siempre se dice que la ciencia es muy clásica, pero a lo largo de estos últimos tiempos los propios científicos se están interesando mucho en la divulgación, están siendo conscientes de que va a más que dar una charla con un lenguaje más llano, sino probar otros formatos”. Por último, y con el mismo hilo, “los Cursos de Verano de la UAL lo han hecho perfecto en incluir que los propios científicos comuniquen; venimos del año que venimos, está más patente que nunca que necesitamos comunicar e informar bien, no es necesario que todo el mundo sepa mucho de ciencia, pero sí ciertos conocimientos en el día a día, o al menos entender sobre vacunas, para qué sirve el uso de las mascarillas, medios de transmisión… esto es muy básico por el último año, pero en el día a día ciencia, tecnología, salud, están muy patentes, y que ese entendimiento sea asumible es también parte del trabajo del científico”.
Imagen 1: Inauguración de los cursos UAL.