Un 96% de los andaluces manifiesta que se halla bastante o muy preocupado por el cambio climático, por encima del 93,6% de la media española, según el Estudio de Percepciones, Valores y Actitudes ante el Cambio Climático elaborado por la Fundación Desarrollo Sostenible y financiado por el Ministerio para la Transición Ecológica. El sondeo, de 1.509 encuestas (272 en Andalucía), sirve de preámbulo a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, COP 25, que se inicia hoy día 2 de diciembre en Madrid.
Del estudio se desprende que esta situación se repite para todas las consecuencias que ocasiona la crisis ambiental, desde la situación de los mares a los alimentos. Así, los encuestados por la Fundación en Andalucía se manifiestan más preocupados que los españoles respecto a problemas como los incendios, la contaminación del aire o los fenómenos climáticos extremos. Como en España, son las mujeres las que manifiestan mayores cotas de compromiso y activismo.
La responsabilidad de esta crisis ambiental es adjudicada principalmente a los gobiernos, con un 79%, pero en la respuesta múltiple se señala a los propios ciudadanos como culpables en un 60% de los casos, algo que creen así sobre todo las mujeres, que sienten una mayor preocupación por la escasez de agua.
Un tema que, de forma novedosa, llega al quinto puesto de las preocupaciones ambientales de los españoles es la presencia de productos químicos en la cadena alimenticia. No sólo los españoles creen (80%) que lo que comen influye en el medio ambiente, sino que compran en su mayoría intentando evitar el exceso de azúcar, el aceite de palma y los envoltorios plásticos. Las personas vegetarianas y veganas no superan el 2,4% en España y Andalucía.
Cuando se pregunta qué sensación les produce la crisis climática, el 40% afirma que preocupación, en tanto que el 24% manifiesta que impotencia o frustración. A juicio de uno de los autores del estudio, Domingo Jiménez Beltrán –ex director de la Agencia Europea de Medio Ambiente–, esta actitud se deriva de la ausencia de herramientas de los gobiernos para que los ciudadanos actúen. “El empoderamiento social es el paso que nos falta”, indica.
Por el contrario, el estudio señala algunas medidas que cuentan con gran apoyo. Así, el 79% defiende el regreso del sistema de devolución de dinero si se entrega la botella usada. “La basura del botellón desaparecerá cuando, como en Dinamarca, te den euros por cada botella vacía”, sostiene Beltrán. También el aumento de penas a los culpables de incendios (83%).
El “cambio que ya ha llegado”, como considera Jiménez Beltrán, lo evidencian datos como el porcentaje de conductores que comprarán un coche híbrido o eléctrico (uno de cada tres); o que ya son también un tercio quienes se sienten ‘culpables’ por usar el avión dada su alta contaminación.
Los negacionistas del cambio climático, por su parte, muestran un perfil muy nítido de hombres (70%), con una media de 45 años, y habitantes de grandes ciudades. Su número es menor en Andalucía con respecto a la media española. Manifiestan bajo porcentaje de reciclado de la basura o de utilización de una bolsa propia en el supermercado como hábitos cotidianos.
Como mirada al futuro, sólo el 20% de los españoles reconoce que no hará nada en pro de la sostenibilidad. En Andalucía, se reduce al 15%.
Imagen 1. La contaminación atmosférica es una de las principales preocupaciones de los encuestados.