Se llama pico o cenit del petróleo al punto a partir de cual la producción mundial de petróleo deja de crecer tras haber alcanzado su máximo, y comienza entonces a disminuir. Se continúa produciendo crudo, pero en menor cantidad cada año. El resultado es que el petróleo es más difícil de encontrar y más caro de producir, hasta su irremediable agotamiento.

Las estimaciones varían según las fuentes. Hay expertos que lo situaban en la primera década del 2000, mientras que la Agencia Internacional de la Energía (IEA) considera que ocurrirá más próximo a la década 2020-2030. Algunas empresas como BP da por hecho que se ha llegado ya al pico del petróleo. En el caso de EE.UU, se dice que  el  pico ya se alcanzó en los años 70 del siglo pasado.

En lo que sí se coincide es en señalar que el descubrimientos de nuevos yacimientos llegó a su máximo en los años 60 y que desde entonces ha ido decreciendo. Es decir, que los grandes yacimientos de petróleo ya han sido ya localizados y, en gran medida, explotados. Sin nuevos pozos y con un incesante aumento del consumo, cada vez será más difícil de extraer y caro de producir. De ahí que los analistas predigan una grave recesión económica cuando se alcance el pico de producción. Consecuencias ante las que los países deberían estarse ya anticipando mediante la apuesta por un modelo de consumo energético más sostenible y menos dependiente de los combustibles fósiles.

Fotografía. Fuente: drpepperscott230 en Pixabay