Energía hidráulica

Qué es: Es la energía renovable que aprovecha la energía cinética y potencial que poseen las corrientes o saltos de agua.

Cómo se obtiene: El Sol provoca la evaporación del agua, que asciende a la atmósfera para luego caer en forma de lluvia y alimentar el caudal de los ríos (ciclo hidrológico). En una central hidroeléctrica se aprovecha la energía potencial gravitatoria que posee la masa de agua en virtud de un desnivel o salto, haciéndola pasar en su caída por una turbina que transmite la energía a un generador que la transforma en electricidad. Otra modalidad es la de las centrales minihidráulicas, que desvían el agua de un río hasta alcanzar una turbina o la almacenan en un embalse de manera que al vaciarse por una tubería desemboca en una turbina.

Fuente wikipedia. Tomia

Historia: Ya desde la antigüedad se utilizaba la energía del agua para mover ruedas hidráulicas con el objetivo de moler el cereal. Sin embargo, su utilización para generar electricidad se produjo en la segunda mitad del siglo XVIII de la mano de las grandes ruedas hidráulicas de hierro ideadas por el británico John Smeaton y, sobre todo, durante la revolución industrial, ya que la extracción de carbón no era suficiente para cubrir la demanda de las florecientes industrias. La primera central hidroeléctrica fue construida en Northumberland (Reino Unido), en 1880. Un año antes de que comenzase a utilizarse la propia energía de las cataratas del Niágara.

Ventajas:

  • Energía renovable y muy estable, especialmente la minihidráulica.
  • No emite gases ni generan residuos.
  • Tiene un alto rendimiento energético.
  • Permite el autoabastecimiento y reduce la dependencia energética de otros países.
  • Las centrales minihidráulicas son de pequeño tamaño, fácil instalación y bajo coste, lo que ha hecho que sean muy utilizadas.
  • No generan problemas ambientales y se pueden regular según la demanda energética.
  • El mantenimiento es menor a otras energías renovables.

Inconvenientes:

  • La construcción de grandes presas y de centrales hidroeléctricas tiene un alto impacto ambiental.
  • Obliga a inundar importantes extensiones de terreno, alterando ecosistemas y obligando en ocasiones a la destrucción de poblaciones.
  • Dependen del caudal disponible en los ríos en cada momento y, en países con marcados periodos de sequía, la energía puede verse reducida.
  • Las centrales hidroeléctricas suelen ubicarse lejos de los lugares de consumo, lo que implica una gran infraestructura para su transporte.
  • Aunque no generan residuos ni gases en su fase de explotación, en su construcción sí que generan residuos importantes y son necesarias grandes estudios de evaluación de impacto ambiental para construirlas.

Fuente Foter. Deni Williams

En nuestro territorio: La hidráulica ha sido tradicionalmente la principal fuente renovable en España, hasta que en el año 2009 fue superada por la eólica. Desde entonces se mantiene claramente como la segunda fuente renovable por potencia instalada con un total de 17.096 MW instalados a principios de 2020. Respecto al conjunto de la potencia nacional, la hidráulica representa alrededor del 20 %, lo que la sitúa como tercera tecnología por detrás del ciclo combinado y la eólica. La generación hidráulica en España es muy variable, llegando en años húmedos a superar los 40.000 GWh, mientras que en años secos ese volumen se reduce a más de la mitad.  En Andalucía existen un total de 91 centrales hidráulicas de menos de 50 MW que suman una potencia de 617,28 MW. Existen además dos centrales de bombeo para regular las variaciones en la demanda de electricidad, que suman 570 MW. Debido a nuestro clima seco, la demanda de agua para abastecimiento de la población, regadíos y usos agrarios es prioritaria frente al uso energético. La mayor parte del potencial se debe a la rehabilitación y renovación de instalaciones ya existentes (normalmente muy antiguas), y al aprovechamiento de presas aún sin explotar energéticamente.

Perspectivas de futuro: La energía hidroeléctrica en España está experimentando una disminución en su aportación a la producción total de electricidad en favor de otras energías renovables, como la eólica. Aunque se sabe que se seguirá utilizando como una de las principales fuentes de electricidad, especialmente de las centrales hidroeléctricas con sistemas de bombeo, y por tanto de regulación según demanda. El futuro pasa por una explotación más eficaz, que minimicen el impacto ambiental que ocasionan sus instalaciones.