La energía y la mitigación del cambio climático

A escala mundial, el consumo de energía representa con mucho la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero derivada de las actividades humanas. Alrededor de dos tercios de las emisiones de gases de efecto invernadero mundiales están ligadas a la quema de combustibles fósiles que se usan para aplicaciones de calefacción, electricidad, transporte e industria. El acuerdo de París establece el objetivo a largo plazo de limitar el aumento de la temperatura media mundial bien por debajo de 2 °C en relación con los niveles de la era preindustrial, intentando limitar el aumento a 1,5 °C. Los estudios científicos demuestran que, para elevar las probabilidades de limitar el incremento de la temperatura media a 2 °C, las emisiones globales deberían alcanzar su máximo en 2020 para luego empezar a disminuir. En 2050, las emisiones globales tendrán que ser entre un 40 % y un 70 % menores que en 2010 y reducirse casi a cero —o por debajo— en 2100