• Apagar el ordenador cuando no se esté utilizando o ponerlo en modo de hibernación. No vale solo con apagar la torre, sino también el monitor. El consumo en espera stand-by consume energía, conviene apagar del todo los aparatos.
  • Desactivar el salvapantallas del monitor ordenador y activar el modo de ahorro de energía para que se apague cuando no se está utilizando.
  • Utilizar las escaleras siempre que sea posible, reservando los ascensores para las personas con problemas físicos.
  • Hacer un uso racional de la impresora: imprime en blanco y negro, varias páginas por hoja y a doble cara y utiliza papel para reutilizar cuando sea un documento de carácter interno. Apagar la impresora cuando no se esté utilizando.
  • Utilizar regletas de conexión múltiple con botón de encendido y apagado, de manera que al desconectarlas se apaguen todos los aparatos conectados.
  • Desenchufar de la corriente los cargadores de baterías que no se utilicen.
  • Aprovechar la iluminación natural antes de encender una luz. Disponer el mobiliario de forma que se pueda aprovechar al máximo la luz natural.
  • Cambiar el tipo de luces por bombillas Led o de bajo consumo. Aunque el precio sea más caro, acabarás amortizando la inversión.
  • Apagar las luces cuando no sea necesaria en aseos, salas de reuniones, almacenes, etc.
  • No abusar del aire acondicionado o de los sistemas de calefacción. En verano, 26°C es una temperatura adecuada. En invierno, entre 19°C y 21°C. Desconectar los equipos de climatización cuando no sean necesarios. Adecuar la vestimenta a las circunstancias meteorológicas.
  • Cerciorarse de que tanto todas las luces de la oficina, como los equipos de climatización, se apagan al terminar la jornada laboral.
  • Nombrar a una persona responsable de energía que se asegure que las normas se cumplen y que se encargue de recordar de vez en cuando los consejos que se han dado en los párrafos anteriores.