Fotografía ilustrativa del artículo

En el transporte

  1. Ir a pie o en bicicleta en los desplazamientos cortos, beneficiando nuestra salud y el medio ambiente.
  2. Siempre que se pueda, utilizar el transporte público en nuestros desplazamientos, por ejemplo para acudir al trabajo. Si utilizamos nuestro vehículo, procurar compartirlo con otras personas.
  3. Antes de coger nuestro vehículo, valorar los atascos que vamos a sufrir y los problemas de aparcamiento. Si aún así optamos por utilizarlo, planificar la ruta que pueda estar menos congestionada.
  4. Evitar la sobrecarga del vehículo por el exceso de peso.
  5. Utilizar el aire acondicionado en los vehículos con moderación y conectar la recirculación del aire dentro del habitáculo.
  6. Seguir las reglas de la conducción eficiente: mantener una velocidad uniforme, evitar frenar y acelerar de forma innecesaria, así como los constantes cambios de marcha, apagar el motor en las paradas de más de 60 segundos en los atascos, etc.
  7. Mantener en buenas condiciones el coche. Revisar: la presión de las llantas, su alineación, el filtro de aire, las bujías, la carburación, los niveles de agua y aceite, etc.
  8. Si se necesita comprar un coche, elegir el que menos combustible consuma y por tanto con mejor etiquetado ambiental y el que se adapte mejor a nuestras necesidades reales.
  9. Llevar las ventanillas totalmente abiertas incrementa el consumo de combustible en un 5%.
  10. Compartir coche en nuestros desplazamientos diarios y esporádicos, es una buena forma de ahorrar dinero en mantenimiento y combustible y ahorrar emisiones de CO2
  11. Comprar productos que provienen de lugares próximos a nosotros, y que por tanto no han precisado de un gran consumo energético en su transporte.